lunes, 8 de noviembre de 2021

El Quijote de Cervantes.

 


El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, título completo de la obra, es un clásico conocido por todo el mundo como Don Quijote de La Mancha. Escrito por Miguel de Cervantes, escritor español, este libro de caballerías se ha convertido en un referente de la literatura española y la literatura universal.

Nos cuenta la historia de Alonso Quijano, quien siendo aficionado de los libros de caballería, un día pierde la cordura y decide convertirse en caballero andante junto a su vecino Sancho Panza, que se convierte en su fiel escudero. En lomos de su caballo Rocinante juntos van en busca de aventuras.

Seguro que has escuchado hablar de la historia de los molinos de viento convertidos en gigantes. Pero esa es una de las incontables historias que se encuentran en este libro.

Como sabemos, Don Quijote de La Mancha es un libro antiguo, escrito en 1.605, es decir, en Castellano antiguo, por eso su lenguaje es un poco difícil de entender, por cuanto emplea un léxico antiguo y palabras que actualmente no son comunes y/o están en desuso. Sin embargo, el autor hizo un gran trabajo introduciéndonos en el mundo de Don Quijote. Hay un balance entre las descripciones del entorno y los diálogos entre los personajes, en los que podemos ver la astucia del caballero andante y la ignorancia del escudero.

Don Quijote de La Mancha se trata de un señor sabio y muy noble. De hecho, aunque se le toma por loco, cuando no habla de temas de caballería se puede apreciar que es una persona racional y con mucho conocimiento. Muestra de su buen juicio es la siguiente expresión:

“¿No sabes tú que no es valentía la temeridad?”.

Por otra parte, Sancho Panza es un poco lo contrario que su amo. Es una persona sin estudios, incapaz de leer y escribir. Pero a medida que avanza la historia se puede ver la influencia que provoca Don Quijote en él y su evolución. Parece tener una devoción por los refranes que ni el propio Don Quijote es capaz de entender.

Los protagonistas han sido todo un espectáculo. Mientras que Sancho no quería meterse en líos, su amo siempre estaba en busca de la próxima aventura. Además cabe mencionar a la hermosa Dulcinea, la dama de la que se enamora Don Quijote y su único amor en todo el libro.

En muchas conversaciones entre estos dos he podido ver muchos consejos que se pueden aplicar a la vida. La racionalidad de Don Quijote hace reflexionar y pararse a pensar acerca de la manera en la que vivimos la vida.

“Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.”

En  mi opinión personal es un libro muy bueno, una excelente obra de arte cuya potencialidad aún no ha sido explotada del todo, generalmente quedándonos solo con la parte cómica o jocosa del texto. Las historias se entrelazan unas con otras sin dejar un momento de aburrimiento a los protagonistas. Aunque no niego que luego de varios capítulos da la sensación de ser repetitivo, lo cual hace cansona su lectura a los más jóvenes, sobre todo en esta época de relatos vampíricos adolescentes y así por el estilo.

Todos los capítulos estaban marcados por el mismo patrón y siempre acababan igual; tanto la primera como la segunda parte. Se llega a un punto en el que el argumento de la historia se torna predecible. Otra cosa que no me termina de gustar y hace que se caiga en confusiones es la cantidad de nombres y personajes que aparecen a lo largo del libro. Para los menos aviesos lectores se suelen mezclar mentalmente y acaban confundiéndolos.


 


La segunda parte del libro la considero innecesaria, pues creo que se extiende demasiado sin llegar a contar nada importante. Al final crea al lector una saturación de información que podría haber sido evitada, y el final de la primera parte posee todos los ingredientes para ser la culminación de la excelente obra que es hasta ese punto.

Es innegable que Miguel de Cervantes hizo un interesante trabajo escribiendo esta obra de arte. Es posible empatizar con los personajes y las pequeñas aventuras de Don Quijote y Sancho Panza estaban bien creadas y enlazadas entre ellas.  

Lo recomiendo ampliamente, sobre todo si les gustan los libros de caballería y son amantes de los grandes clásicos literarios. Este libro es el ideal. De lo contrario, si no es tu género favorito entonces ya no puedo decir lo mismo.

Algo que nos aporta Don Quijote de La Mancha y que no pierde vigencia por cuanto puede ser aplicado en cualquier tiempo y lugar, es algo que a muchas personas se les olvida: aunque las cosas vayan mal, siempre hay que seguir teniendo esperanza en la vida y seguir siendo buena persona. Seguir haciendo el bien. Porque como dijo el hidalgo:

“Cada uno es artífice de su propia ventura.”

Cosas veredes, Sancho.

 

Gracias por leerme.

 

Hacer Historia es Hacer Patria.

 

J. A. Gómez Giménez.



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