miércoles, 30 de diciembre de 2020

La navidad en Venezuela

La Navidad es la fiesta cristiana más popularizada, pese a que la Iglesia considera que es más importante la Pascua. Y por tal motivo es la que contiene más tradiciones, por ejemplo:

La Cena de Navidad: Consiste en un banquete a medianoche, en honor del nacimiento de Cristo que tuvo lugar a esa hora; de manera parecida al banquete judío del Pésaj. Tradicionalmente se come pavo, bacalao, cerdo, cordero y otros platos, dependiendo del lugar en que se celebre o las tradiciones de la familia.

Los Belenes, Pesebres o Nacimiento navideño: Consisten en la representación del nacimiento de Jesús, mediante una maqueta de Belén y sus alrededores, en la que las figuras principales son el establo en donde nació Jesús, la Sagrada Familia, los animales y los pastores, también los 3 reyes magos y una estrella con una estela que también suele colocarse en lo alto del árbol de Navidad.

Según la tradición, San Francisco de Asís fue su inventor. En Argentina, México, Colombia, Guatemala, Nicaragua, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Perú, Chile y Bolivia, la figura del Niño no se coloca hasta la llegada de la Navidad, fecha en que se celebra su nacimiento, y luego de ser arrullado es colocado entre José y María.

La Corona de Adviento: Corona hecha a base de ramas de ciprés o pino atada con un listón rojo en la cual se colocan 4 velas por lo general de color rojo, las cuales marcan los 4 domingos de adviento anteriores al día de Navidad, las familias se reúnen a su alrededor cada domingo, se enciende una vela y se recitan oraciones y villancicos como preparación al Nacimiento de Jesús. Esta tradición es más recurrente en la Iglesia Católica ya que la corona debe ser bendecida en la Iglesia.

Los Villancicos canciones o cantos alusivos al nacimiento de Cristo o a la Sagrada Familia: Algunos como Noche de Paz tienen versiones en varios idiomas o ritmos, con el mismo o distinto nombre.

Las Villas Navideñas representaciones de pueblos en época de nieve.

Las Posadas: Son una serie de fiestas populares, que recuerdan el trayecto de San José y la Virgen María para llegar a Belén. Estas celebraciones tienen lugar del 16 al 24 de diciembre en México y sus países vecinos.

Novena de Aguinaldos: Costumbre católica, donde las familias o grupos de personas se reúnen a rezar un novenario, del 16 al 24 de diciembre, consumir platos típicas de Navidad, como buñuelos o la natilla y cantar villancicos, además de divertirse, y hacer juegos motivo de las fiestas de Navidad y Año Nuevo. Fue escrita por Fray Fernando de Jesús Larrea en el siglo XVIII.

Las Piñatas: Consiste en una olla de barro adornada con picos y papel picado o figuras de cartón adornadas con papel picado de colores, ambas rellenas de dulces, fruta y en ocasiones juguetes y confetti, que se rompen en cada uno de los días de las Posadas. Según la tradición la piñata debe llevar 7 picos ya que cada uno representa los 7 pecados capitales.

Las Chocolatadas: Son celebraciones para niños durante las semanas previas al 24 de diciembre en el Perú. Consiste en espectáculos infantiles, bailes, y entrega de regalos para todos. Se le denomina así pues es infaltable el chocolate caliente y el panetón (pan de dulce con frutas confitadas).

Un globo de papel seda: Es un artefacto volador que en países como Colombia se suelta durante la celebración de la Navidad; en esta temporada los medios de comunicación y las empresas lanzan campañas que buscan eliminar esta práctica por los riesgos que implica soltar un elemento como este con fuego en su interior; sin embargo sigue siendo una tradición muy arraigada a las personas y no es extraño ver globos durante el 24 y 25 de diciembre por los cielos de sus más importantes ciudades.

También se han convertido en una muestra de la época navideña, en donde las calles, avenidas, plazas, parques, ríos, lagos o montañas se transforman en hermosos escenarios para el disfrute de los habitantes del lugar o visitantes. La mayoría de las ciudades de Occidente, y una buena parte de Oriente, colocan alumbrados llamativos y coloridos, algunos de gran belleza, en sus calles, principalmente en las calles más concurridas, además de árboles de Navidad de gran tamaño, belenes, etc.

También la gente coloca luces navideñas en los balcones y ventanas de sus casas. Especialmente llamativos son los adornos y alumbrados navideños de Alemania, Estados Unidos y algunas ciudades de Europa oriental e Hispanoamérica.

La conmemoración del nacimiento del Hijo de Dios ha originado en todo el mundo Cristiano una de las festividades más entrañables y llenas de significado para el espíritu humano.

En Venezuela, igual que en la mayoría de los países que la celebran, la Navidad es motivo de encuentros familiares, brindis por la paz y la prosperidad, interpretación de música especial: aguinaldos y gaitas; y preparación de elaborados manjares y bebidas.

En las ciudades, las conmemoraciones religiosas se han ido reduciendo al recinto de las iglesias católicas en las cuales se instalan elaborados pesebres y grandes arreglos de flores de Navidad y se celebran las misas dominicales y la misa de media noche el 24 de diciembre, con música de aguinaldos y fuegos artificiales.

Los centros de compras, avenidas principales, plazas y zonas comerciales, son adornados con múltiples luces y grandes pinos artificiales profusamente decorados.

Venezuela es un país rico en tradiciones culturales producto de un largo proceso de mestizaje entre los pueblos indígenas originarios, los europeos y africanos llegados hace 500 años y posteriormente, de las diferentes inmigraciones que han conformado su actual sociedad.

La Navidad es el período más rico en festividades religiosas populares. Se inicia los primeros días de diciembre y continúa durante 40 días hasta la celebración de la fiesta de la Candelaria, cuando se conmemora la Purificación de la Virgen.

El primer domingo de diciembre comienzan las celebraciones en los estados Aragua y Carabobo con una fiesta llamada Velorio, Danza o Romería de los Pastores del Niño Jesús. A partir de la celebración de la Misa, se desarrollan vistosas procesiones y complicadas y alegres danzas en la calle y la iglesia, acompañadas con instrumentos de cuerda y de percusión, para rendir homenaje al Niño Dios.

Todos los celebrantes son hombres pero muchos de ellos visten con atuendos femeninos ya que deben bailar en parejas: Pastores y Pastorcillas, Viejo y Vieja, entre otros.

En los estados andinos Táchira, Mérida y Trujillo entre el 24 de diciembre y el 2 de febrero se realiza la Paradura del Niño, hermosa fiesta que se celebra en las casas donde la devoción de sus habitantes se expresa en complejos y elaborados pesebres y que consiste en pasear al Niño Jesús en un pañuelo de seda, con cantos y procesiones. El día de la celebración, músicos, cantantes, rezanderos y padrinos entonan coplas pidiendo al Niño Dios que bendiga las casas y los campos. Cuando termina el paseo, el Niño es regresado y vuelto a colocar en el Pesebre, pero de pie.

En algunas poblaciones, una persona simula robar la imagen, la cual permanece escondida por 3 días, entonces se negocia con gran ceremonia su devolución por parte de un cortejo integrado por niños ataviados como la Virgen, San José, los Reyes Magos, pastores, ángeles, a quienes se suman las autoridades de la localidad. Esta celebración se llama Robo y búsqueda del Niño. Todas las acciones se acompañan con aguinaldos, romances, décimas y coplas.

El 28 de diciembre, cuando se conmemora el día de los Santos Inocentes, se celebra en los estados Mérida, Trujillo, Portuguesa y Lara la fiesta de los Locos y Locainas: después de la Misa, los Locos o Mamarrachos se visten con trajes raídos y sucios y tapan sus rostros con máscaras o pintura para no ser reconocidos. En general, se invierten los papeles: los hombres se visten de mujeres y las mujeres de hombres, los niños se disfrazan de ancianos y los adultos de niños y todos hacen burlas y chistes acompañados de un conjunto musical.

En el estado Lara esta fiesta se conoce con el nombre de los Zaragozas y posee una significación más religiosa. Incluye procesiones, oraciones y bailes de niños y adultos acompañados por coros y un conjunto musical que interpreta merengues larenses. Los trajes y las máscaras están llenos de originalidad y colorido. Es una de las festividades navideñas que más atrae a los turistas.

El mismo día de los Santos Inocentes se celebra en Caicara de Maturín, estado Monagas, la Fiesta del Mono, celebración proveniente de un antiguo rito agrícola indígena que consiste en un baile bufo al cual se va sumando en hilera toda la población, bajo la guía del personaje principal vestido de mono.

En Naiguatá y Osma, playas cercanas a Caracas, se conmemora esa festividad con una celebración llamada el Gobierno de las Mujeres en la cual son las mujeres quienes se visten de hombres y actúan en las calles imitando las autoridades y los jefes de familia mientras los hombres se ocupan de la casa y los niños.

La Quema del Año Viejo se celebra en los estados Táchira y Mérida el 31 de diciembre, y consiste en la quema de un muñeco que representa el año que termina y que augura bienestar para el que va a comenzar.

Entre el 4 y el 7 de enero también en el estado Trujillo, se celebra la llegada de los Pastores y Reyes Magos con velorios que duran toda la noche con cantos y ofrendas al Niño Jesús. Al día siguiente se celebra la Misa y se realizan procesiones y cantos para esperar a los Reyes Magos. Prevalece en el aspecto musical, la percusión y el extraño sonido de las guaruras (grandes caracolas).

Las festividades navideñas populares concluyen los días 2 y 3 de febrero en Mérida con una de las más vistosas celebraciones, los Vasallos de la Candelaria, llena de devoción, colorido y música. Los vasallos llevan atuendos de vivos colores, con capa y pantalones bombachos, se adornan con lazos y flores y bailan al compás de violines, cuatro, tiples y tamboras. Estas danzas, y en general las manifestaciones de cultura popular como las antes descritas, son muestra del sincretismo de antiguas tradiciones religiosas europeas y ritos africanos e indígenas.

La Navidad en Venezuela significa ante todo una fiesta de la familia, que acerca familiares y amistades, vecinos y conocidos en un ambiente de regocijo y celebración, compartiendo todos momentos especiales.

En Navidad, Venezuela se viste de fiesta y se engalana con su mejor ambiente, es época de sabor y festejo, de reunión y encuentros, de calidez y felicidad. En cualquier rincón venezolano se celebra la llegada del niño dios y un sinfín de tradiciones se despliegan en todo el territorio nacional. Diciembre comienza con alegría y el venezolano disfruta esta época intensamente, entre música, reuniones, brindis y deliciosos platos nuestra identidad cultural se expresa con fuerza y la llegada del niño dios bendice cada rincón de esta hermosa Venezuela tuya, mía, de todos.

Existen diferentes expresiones culturales, gastronómicas, musicales y tradicionales que identifican la celebración de la navidad en Venezuela, estas celebraciones tienen una gran fuerza pues encierran innumerables reuniones colectivas que hacen que las fechas decembrinas sean muy especiales.

Entre estas manifestaciones que suelen expresarse en navidad y en algunos casos extenderse hasta febrero encontramos: los aguinaldos, el pesebre, las gaitas, las misas de aguinaldos, la mesa navideña, las parrandas, las paraduras del niño, las patinatas, las danzas de los pastores o el velorio del niño Jesús, El día de los Santos inocentes, el día de Los locos y locaínas, La llegada de Los Reyes Magos, El año nuevo y El año viejo, entre otras.

Todas estas celebraciones llenan de calor humano todas las fiestas navideñas que si algo tienen característico es ser un período donde la reunión familiar, la solidaridad y los valores humanos se apoderan de nuestras almas, entonces Venezuela se hace aún más cálida y da paso a la entrega de un periodo que se cierra para recibir otro nuevo lleno de esperanzas y nuevos sueños por realizar.

Felices fiestas para todos.

Nos reencontramos en este espacio virtual el año próximo, Dios mediante.

 

Lic./Psic. J. A. Gómez Giménez.

 

domingo, 27 de diciembre de 2020

¿Cuándo nació Jesús de Nazaret?

 

La Navidad, en latín nativitas, nacimiento, es una de las festividades más importantes del cristianismo junto con la Pascua de resurrección y Pentecostés. Esta solemnidad, que conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén, se celebra el 25 de diciembre en la Iglesia católica, en la anglicana, en algunas comunidades protestantes y en la Iglesia ortodoxa rumana. En cambio, se festeja el 7 de enero en otras iglesias ortodoxas, que no aceptaron la reforma hecha al calendario juliano para pasar al calendario conocido como gregoriano, nombre derivado de su reformador, el papa Gregorio XIII.

Los angloparlantes utilizan el término Christmas, cuyo significado es misa (mass) de Cristo. En algunas lenguas germánicas como el alemán, la fiesta se denomina Weihnachten, que significa noche de bendición. Las fiestas de la Navidad se proponen, como su nombre indica, celebrar la Natividad, es decir, el nacimiento de Jesús de Nazaret.

Existen varias teorías acerca de cómo se llegó a celebrar la Navidad el 25 de diciembre, que surgen desde diversos modos de indagar, según algunos datos conocidos, en qué fecha habría nacido Jesús.

Según la Enciclopedia Católica, la Navidad no está incluida en la lista de festividades cristianas de Ireneo ni en la lista de Tertuliano acerca del mismo tema, las cuales son las listas más antiguas que se conocen. La evidencia más temprana de la preocupación por la fecha de la Navidad se encuentra en Alejandría, cerca del año 200 de nuestra era, cuando Clemente de Alejandría indica que ciertos teólogos egipcios “muy curiosos”, asignan no solo el año sino también el día real del nacimiento de Cristo como 25 pashons copto (20 de mayo) en el vigésimo octavo año de Augusto.

Desde 221, en la obra Chronographiai, Sexto Julio Africano popularizó el 25 de diciembre como la fecha del nacimiento de Jesús. Para la época del Concilio de Nicea I en 325, la Iglesia Alejandrina ya había fijado el Díes nativitatis et epifaníae.

Existen diversas teorías sobre el origen del 25 de diciembre como día de la Navidad. Según William J. Thige, en el siglo III se celebraba el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre, aún antes que los romanos celebraran la fiesta del Sol invencible o Sol Invictus.

Según otros autores, la celebración de esta fiesta el 25 de diciembre se debe a la antigua celebración del nacimiento anual del dios-Sol en el solsticio de invierno (natalis invicti Solis), adaptada por la Iglesia católica en el tercer siglo D. C., para permitir la conversión de los pueblos paganos.

En Antioquía, probablemente en 386, Juan Crisóstomo impulsó a la comunidad a unir la celebración del nacimiento de Cristo con el del 25 de diciembre, aunque parte de la comunidad ya guardaba ese día por lo menos desde 10 años antes.

En el Imperio romano, las celebraciones de Saturno durante la semana del solsticio, que eran el acontecimiento social principal, llegaban a su apogeo el 25 de diciembre. Para hacer más fácil que los romanos pudiesen convertirse al cristianismo sin abandonar sus festividades, el papa Julio I pidió en el 350 que el nacimiento de Cristo fuese celebrado en esa misma fecha, finalmente el papa Liberio decreta ese día como el nacimiento de Jesús de Nazaret en 354.

La primera mención de un banquete de Navidad en tal fecha en Constantinopla, data de 379, bajo Gregorio Nacianceno. La fiesta fue introducida en Antioquía hacia 380. En Jerusalén, Egeria, en el siglo IV, atestiguó el banquete de la presentación, 40 días después del 6 de enero, el 15 de febrero, que debe haber sido la fecha de celebración del nacimiento. El banquete de diciembre alcanzó Egipto en el siglo V.

Algunos mantienen que el 25 de diciembre fue adoptado solamente en el siglo IV como día de fiesta cristiano luego que el emperador romano Constantino I el Grande se convirtiera al cristianismo para animar un festival religioso común y convertir a los paganos en cristianos. La lectura de expedientes históricos indica que la primera mención de tal banquete en Constantinopla no sucedió sino hasta 379, bajo San Gregorio Nacianceno.

En Roma, puede ser confirmado solamente cuando se menciona un documento aproximadamente del año 350, pero sin ninguna mención de la sanción por el emperador Constantino.

Sin embargo, los primeros discípulos de Cristo, llamados cristianos en Hechos 11:26, no celebraban la Navidad, ya que divergencias con respecto a la fecha de nacimiento han hecho se adoptara el 25 de diciembre como fecha oficial de su natalicio y el 6 de enero como la Epifanía. Esto todavía se celebra en Argentina, Armenia, España, Ecuador, Perú, Paraguay, Puerto Rico, República Dominicana, México, Colombia, Chile, Uruguay y Venezuela.

Para las Iglesias Orientales la Epifanía es más importante que la Natividad, ya que ese día cuando se da a conocer al mundo, en la persona de los extranjeros.

Algunas tradiciones de la Navidad, particularmente las de Escandinavia, tienen su origen en la celebración germánica de Yule, como son el árbol de Navidad. Allí la Navidad se conoce como Yule o jul.

La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia, por esa razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de esta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio de invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Roma y Grecia), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros.

Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo.

Algunos expertos han intentado calcular la fecha del nacimiento de Jesús tomando la Biblia como fuente, pues en Lucas 1:5-14 se afirma que en el momento de la concepción de Juan el Bautista, Zacarías su padre, sacerdote del grupo de Abdías, oficiaba en el Templo de Jerusalén y, según Lucas 1:24-36 Jesús nació aproximadamente 6 meses después de Juan. 1Cronicas 24:7-19 indica que había 24 grupos de sacerdotes que servían por turnos en el templo y al grupo de Abdías le correspondía el octavo turno.

Contando los turnos desde el comienzo del año, al grupo de Abdías le correspondió servir a comienzos de junio (del 8 al 14 del tercer mes del calendario lunar hebreo). Siguiendo esta hipótesis, si los embarazos de Isabel y María fueron normales, Juan nació en marzo y Jesús en septiembre. Esta fecha sería compatible con la indicación de la Biblia (Lucas 2:8), según la cual la noche del nacimiento de Jesús los pastores cuidaban los rebaños al aire libre, lo cual difícilmente podría haber ocurrido en diciembre.

Cualquier cálculo sobre el nacimiento de Jesús debe estar ajustado a esta fuente primaria, por lo que la fecha correcta debe estar entre septiembre y octubre, principios de Otoño. Además, debe tomarse en cuenta el censo ordenado por César al tiempo del nacimiento del Hijo de Dios, lo cual obviamente no pudo haber sido en diciembre, época de intenso frío en Jerusalén, la razón es que el pueblo judío era proclive a la rebelión y hubiera sido imprudente ordenar un censo en esa época del año.

Como los turnos eran semanales, tal y como lo confirman los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos en Qumrán, cada grupo servía 2 veces al año y nuevamente le correspondía al grupo de Abdías el turno a finales de septiembre (del 24 al 30 del octavo mes judío). Si se toma esta segunda fecha como punto de partida, Juan habría nacido a finales de junio y Jesús a finales de diciembre.

Así, algunos de los primeros escritores cristianos (Juan Crisóstomo, 347-407) enseñaron que Zacarías recibió el mensaje acerca del nacimiento de Juan en el día del Perdón, el cual llegaba en septiembre u octubre. Por otra parte, según los historiadores, cuando el Templo fue destruido en el año 70, el grupo sacerdotal de Joyarib estaba sirviendo. Si el servicio sacerdotal no fue interrumpido desde el tiempo de Zacarías hasta la destrucción del templo, este cálculo tiene al turno de Abdías en la primera semana de octubre, por lo que algunos creen que el 6 de enero puede ser el día correcto.

En un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios se afirmó que “Nuestro Señor fue concebido el 8 de las calendas de abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la Pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día en que murió”. Si fue concebido el 25 de marzo, la celebración de su nacimiento se fijaría 9 meses después, es decir, el 25 de diciembre.

La Navidad es celebrada por la mayoría de los cristianos, aunque algunos consideran que, al no indicar en la Biblia la fecha del nacimiento de Jesucristo ni ordenar celebrarla, no hay razón para celebrar o crear una fiesta por ese motivo. Así también muchos protestantes creen que la Navidad no debe ser motivo de disputas por no seguir las viejas tradiciones de la Iglesia Católica o por saber la fecha exacta del nacimiento de Jesús.

 

Lic./Psic. J. A. Gómez Giménez.

 

 

jueves, 3 de diciembre de 2020

El origen de la navidad

La navidad es una de las celebraciones más importantes en todo el mundo. Es un hito importante para nosotros, el final de un año, tiempo de regalos, festejos, reuniones familiares y, para los cristianos practicantes, una emotiva fiesta religiosa.

Aunque la Navidad es actualmente época de regalos, de celebraciones y reuniones familiares, lo cierto es que su origen responde a otros factores históricos que involucran al poderoso Imperio Romano, a ritos paganos y poco tienen que ver con el hecho histórico de conmemorar el nacimiento del niño Jesús.

Todos sabemos que el 25 de diciembre se conmemora el nacimiento de Jesús de Nazaret, pero la verdad es que se desconoce la fecha exacta de este hecho histórico. El análisis de ciertos fragmentos de los evangelios y de otros documentos de aquella época, han permitido a los historiadores realizar diferentes hipótesis acerca del nacimiento de Jesucristo. Algunos hablan de abril o mayo, mientras que otros concluyen que fue en Septiembre u Octubre.

Aunque normalmente asociamos el origen de la Navidad a los mitos cristianos y al catolicismo, porque representa el nacimiento del niño Jesús; en realidad esto es un error, al menos tal y como tenemos hoy en día aceptada la Navidad.

Precisamente, por esta duda entre la Navidad pagana y la Navidad cristiana, hubo un caso en 1.990 en el que la junta escolar de Solon (Ohio) decidió eliminar todas la representaciones de la Navidad en cualquier ámbito escolar, puesto que era una práctica en contra del Estado laico de la ciudad, es decir, no respetaba la separación entre Iglesia y Estado. Igualmente, la junta perdió el caso porque las familias se opusieron a que sus hijos no pudiesen celebrar la Navidad en el colegio, defendiendo que la práctica de la navidad era un acto secular y formaba parte de todas las culturas del mundo. A pesar que la junta perdiera el caso, sí lograron eliminar las oraciones y la lectura de la biblia, asociadas a la celebración de la Navidad.

Lo cierto en que el origen de la Navidad no es para nada cristiano.

El verdadero origen de la Navidad es pagano. La primera vez que podemos oír hablar de las Navidades celebradas el 25 de diciembre (tal y como lo conocemos hoy) surgió casi dos siglos después del nacimiento de cristo por lo que, incluso después del nacimiento del niño Jesús, las Navidades se seguían celebrando en torno a la figura de Saturno que los romanos implantaron.

Los romanos celebraban la Saturnalia romana, que no era un festival que representaba el solsticio de invierno y honraban al dios Saturno. Durante esta fiesta, los romanos se alborotaban y por ello, los pocos cristianos que existían en aquella época, se oponían a esas celebraciones tan descontroladas. De esta manera se dice que la Navidad surgió para sustituir la celebración de Saturno, rey del Sol, que en inglés es sun, por lo que se tomó como el nacimiento del hijo de Dios, que en inglés es son.

Más tarde, cuando la religión cristiana se impuso en todo el Imperio Romano, el rey Justiniano declaró la Navidad como fiesta cívica, aunque poco duró esta compostura, pues en la Edad Media las fiestas navideñas se convirtieron en días para beber y estar de juerga de la mañana a la noche.

Si observamos costumbres antiguas, puede parecer muy raro celebrar el nacimiento de alguien ya que en los primeros siglos de Iglesia Cristiana, se solía celebrar la muerte de las personas que eran importantes y no sus nacimientos.

También tenemos que observar la siguiente cita para darnos cuenta que, en realidad, esta festividad no es aceptada en la Biblia: “Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mat. 15:9). La Navidad no es un mandamiento de Dios, es una tradición de los hombres. Cristo continuó: “Bien invalidáis el mandamiento de Dios para guardar vuestra tradición. (Marcos 7:9).

La Saturnalia se celebraba cuando el sol estaba más bajo en el cielo y, así, los días se hacían más largos. Eso simbolizaba el crecimiento. Durante esta época se honraba a Saturno, dios del Sol y del fuego. También era relacionado con la agricultura, pues esta necesitaba el sol para poder sembrar y que las cosechas creciesen. El festival de invierno llamaba a este dios del Sol para que volviese y las cosechas siguiesen creciendo.

El planeta Saturno también toma el nombre de este Dios, pues sus anillos y el color rojo marcaban esta asociación.

En el resto de las civilizaciones y culturas, también existía este dios del fuego y del sol. En Egipto lo llamaban Vulcano, los griegos le llamaban Cronos, los babilonios Tamuz o Nimrod cuando resucita en su hijo, y Moloc o Baal para los druidas. Para ellos, todos estos dioses eran Nimrod, considerado el padre de los dioses babilonios.

Saturno también era considerado un devorador de niños pues, al ser el padre de los dioses, debía tener un carácter intachable. Llevando el nombre de Cronos, cuenta la historia que devoraba a sus hijos según nacían.

Si te estás preguntando por qué consideraban necesario sacrificar a los niños para adorar a este dios, se debe simplemente a que creían al fuego como algo divino que limpiaba pecados y defectos que pasaban de generación en generación, por lo que a los niños debían quemarlos para eliminar estas genéticas.

Aunque en la edad moderna nos referimos a Santa Claus por San Nicolás, en una edad anterior, Santa era el nombre del dios Nimrod en Asia menor. Si lo pensamos un poco, veremos que el centro de las Navidades, en todas sus etapas, siempre ha estado protagonizado por los niños. Durante los tiempos romanos, los regalos se daban a niños y pobres; y los druidas sacrificaban a los niños para el dios que adoraban en estas fechas. De esta misma manera, Nimrod o el Santa pasado,  devoraba a los niños y, hoy en día les reparte regalos.

Igualmente, también debemos analizar la figura de San Nicolás, que proviene de un personaje llamado el alegre Nick o el viejo Nick. Si nos centramos en su nombre, Nick proviene de Nikos que significa constructor y destructor, mientras que Laos significa pueblo. Los nicolaítas (seguidores de San Nicolás) se definen entonces como “el pueblo que sigue al destructor”, que no deja de ser, de nuevo, Nimrod.

El origen los regalos de Navidad se remonta a los romanos cuando, en Saturnalia, intercambiaban regalos unos con otros. Y como es de suponer esto tampoco es una tradición relacionada con el cristianismo. Durante estas fechas no hacemos ofrendas a Dios, si no que nos las hacemos a nosotros mismos en forma de regalos, olvidando completamente la figura de Cristo. De hecho, según indica la Biblia, el cumpleaños tampoco debería ser celebrado, porque están siendo, del mismo modo, egoístas con Dios que hizo nacer al ser humano.

Como indica la biblia, en el momento que los Reyes Magos le ofrecen obsequios al niño Jesús, es lo que en realidad debería ser la Navidad: unas fechas para hacer ofrendas a Cristo.

Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos, diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?… Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. (Mateo 2:1-11).

De esta manera, nos damos cuenta que las costumbres y celebraciones que realizamos en Navidad, no tienen nada que ver con un origen cristiano y, por lo tanto, no es una celebridad cristiana, tal y como sucede con su origen real.

Según leemos en las escrituras, por las descripciones que nos dan de aquel día, no es posible que Cristo naciera el 25 de diciembre. La razón es que los judíos enviaban a sus ovejas a los desiertos cerca de la Pascua y estas volvían cuando llegaban las primeras lluvias, que comenzaban durante el otoño. Cuando Jesús nació, las ovejas pastaban al aire libre, por lo que todavía no había llegado octubre, por lo que es difícil encajar al nacimiento de Jesús en el 25 de diciembre y este ha tenido que ser a finales de septiembre o principios de octubre.

Las escrituras que explican el nacimiento de Jesús, se recogen en Lucas y así se cuenta: “En la misma región había pastores que estaban en el campo, cuidando sus rebaños durante las vigilias de la noche”. (Lucas 2:8).

Pero, entonces, ¿por qué asociamos el 25 de diciembre a la Navidad?...

En la cultura romana de la época, el 25 de diciembre se celebraba el nacimiento de Mitra, el dios iraní de la Justicia. También el 1º de enero, celebraban el año nuevo decorando sus casas con luces y dando regalos a pobres y a niños. Para entonces habían adquirido otras costumbres germánicas y celtas como el tronco navideño, los abetos y la comida. Estas costumbres eran también las propias del Festival de Navidad.

El 25 de diciembre no fue elegido para la Navidad porque fuese el nacimiento de Cristo, si no que era la mejor formar de sustituir la Saturnalia, una celebración pagana que, cuando el mundo eclesiástico se impuso, debía ser totalmente exterminada.

La explicación más consistente de los historiadores es que el origen de la Navidad estuvo relacionado con una serie de decisiones tomadas por los altos mandos de la iglesia cristiana en los siglos III y IV. Entre ellas, se considera como la más determinante, la moción del Papa Julio I en el año 350 para establecer la navidad el 25 de diciembre. Esto fue decretado 4 años después por el Papa Liberio.

El porqué de la elección de esta fecha se relaciona con la necesidad de la recientemente oficializada religión cristiana de imponerse sobre los tradicionales cultos paganos romanos. En diciembre se celebraba, en el gran espacio ocupado por el Imperio Romano, el culto a Saturno, dios de la agricultura, principal sustento y actividad económica de estos pueblos. Las Saturnales se realizaban del 17 al 23 de diciembre, los días más cortos del año, y luego el 25 de diciembre se consideraba en nacimiento del nuevo sol.

La iglesia cristiana eligió entonces el 25 de diciembre como día del nacimiento de Jesús como estrategia en su proceso de expansión, en el que sistemáticamente buscó absorber y fusionar sus celebraciones con los ritos paganos de los diversos pueblos convertidos. El ritual de la navidad fue evolucionando con los siglos, lo que festejamos hoy día es muy distante de estas primeras navidades, y responde principalmente a costumbres originarias del siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo.

De todos modos, la verdadera historia del origen de la navidad no debe distanciarnos de nuestras creencias personales y familiares. Puesto que la esencia de estas fiestas trasciende lo histórico, y reside en lo espiritual, y está muy bien que así sea.

 

FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!

 

Lic./Psic. J. A. Gómez Giménez.