jueves, 21 de noviembre de 2019

POLÍTICAS EDUCATIVAS EN VENEZUELA


La crítica de las políticas de desarrollo en torno a su escaso impacto para impulsar un dinamismo económico sostenido tiene repercusiones al volver a plantear el debate en torno a las vías latinoamericanas y estimular intelectualmente las experiencias de transición que se vienen sucediendo a comienzos de siglo. Este es un hecho cada vez más presente desde todas las perspectivas intelectuales. Y cualquiera sea la vía que se adopte, lo cierto es que requerirá optar por una política de recursos humanos que incluya una ampliación considerable del capital educativo de la población y una estrategia de calidad centrada en concepciones que aborden las calificaciones de las nuevas formas de la organización del trabajo por efectos de la necesaria “endogenización” del cambio tecnológico, que igualmente presiona por una profunda transformación de la sociedad urbana, y que a su vez viene siendo impactada por la transformación de las características de la población en aquellas que experimentan transiciones demográficas menos o más avanzadas.
La actual gestión gubernamental venezolana viene insistiendo en aquella endogenización para apoyar una reindustrialización que incluye y busca autogenerar capacidades tecnológicas y de autoorganización social, sobre todo desde la perspectiva de romper lo que ha llamado desequilibrios estructurales de la sociedad (MPD, 2001) que, valorando el mayor obstáculo de política en la relación entre desarrollo y educación, pretende recuperar la educación para tal objetivo estratégico, dejando de pensarla como una variable independiente y acercándola a un concepto de política estructural que cruza funcionalmente economía, empleo, cultura, tecnología pero de acuerdo con la premisa que no podrá haber igualdad educativa si no hay igualdad social.
La política de recursos humanos para un desarrollo que se pretende autogenerado deberá perseguir la reducción de la pobreza mediante la calificación del trabajo. Con todo, a comienzos de 2006 puede resultar menos difícil prever cuál será el comportamiento educativo en el mediano plazo. Y es que desde 1999 Venezuela atraviesa por una de las transiciones políticas más intensas de la región latinoamericana, la cual, entre otras cosas, supone transformaciones institucionales en el diseño del Estado y de la sociedad (CRBV, 1999).
Acompañadas estas transformaciones de una recuperación del ingreso de la industria petrolera, de nuevos arreglos constitucionales, de una reconstitución de la acción colectiva de los sectores populares y de un horizonte de largo plazo que retoma la vía de un desarrollo desde adentro, tales hechos vienen acompañados de modificaciones drásticas no sólo en los objetivos educativos sino en la naturaleza misma del papel asignado a la educación (MED, 2004; Gabinete Social, 2004) más allá de la simple escolarización y articulado al impulso por concretar formas productivas y sociales que le conceden importancia a las habilidades y saberes que implican aumentar, precisamente, la capacidad nacional de innovación y de auto-organización social, revisando la noción de reformas educativas que las agencias internacionales difunden, limitada sobre todo a medir logros educativos de los escolares y extendiéndola a otros ámbitos del trabajo educativo y a la influencia de éste en la organización de la vida colectiva de su área social de influencia.
Y pese a que una época de transición está de por sí cargada de incertidumbre en las variables políticas y económicas, podríamos conjeturar el curso del corto plazo en las políticas de desarrollo y en los objetivos educativos formulados teniendo en cuenta las tendencias de la transición demográfica local. Ya avanzada en Venezuela la fase de transición demográfica plena, durante la década 2000-2010 la población crecerá sólo a la mitad del ritmo con que lo hizo en la década anterior, pasando de 24 millones (2000) a 28.833.845 (2010), aunque las categorías que concentran los grupos etarios más jóvenes seguirán representando volúmenes significativos en términos absolutos, pues los grupos etarios de 0 a 24 constituirán 48,04% del total de la población (13.854.588; por primera vez menos de la mitad de la población), declinando progresivamente hasta caer a 40,79% en 2025, vale decir, en el año de terminación del bono, a favor de 53,60% en los grupos de edades laborables (de 24 a 64 años) hacia 2005, de 46,27% para 2010 y 49,97% alrededor de 2025; y de los grupos entre 65 a 85 y más que se doblarán entre 2000 y 2010 (para pasar de 4,54% a 6,69%), alcanzando 9,23% en 2025.
De los grupos en edades escolarizables (0-24) la presión será pues menor (Cepal, 2006, cuadro 33, pág. 193). Así, buena parte de los que conformarán la población laboral en la fase de oportunidades ya están incorporados a la educación y asentados en las grandes concentraciones urbanas que hay para una educación exitosa precisando que por debajo de la línea de subsistencia, los cambios institucionales o pedagógicos no tienen impacto en los resultados escolares de los alumnos.
Los fenómenos de desescolarización y de vaciamiento de la escuela, comunes a segmentos que no cubren más allá de los seis grados de la escolaridad primaria o los que desertan sin concluir la educación media, más los que no reciben aprendizajes significativos, ya forman parte en un porcentaje estimable de los que se están incorporando a la población económicamente activa, y de mantenerse la tendencia, no podrán cerrar la brecha en la educación que requieren para acceder a empleos y ocupaciones con destrezas relevantes desde el punto de vista de las calificaciones requeridas y las habilidades de la revolución del trabajo.
Todo hace pensar que si no se encaran políticas universalistas en la educación, orientadas a consolidar desde ahora las coberturas y acompañarlas con políticas de mejoramiento de la efectividad de los aprendizajes, fortaleciendo campos profesionales e innovaciones curriculares que incorporen habilidades para “aprender a aprender” y para “aprender a continuar aprendiendo”, el riesgo será el de prolongar el mundo de la exclusión y la marginación para las generaciones del bono demográfico. Y el tiempo es el principal enemigo.
Aun cuando la tasa de fecundidad seguirá disminuyendo, un hecho que no podemos pasar por alto es que socialmente ésta se comportará de manera diferente. Si bien la “cultura” demográfica de los grupos altos y medios influirá reduciendo intergeneracionalmente la fecundidad y, en consecuencia, el descenso de la presión educativa, ésta seguirá siendo alta en las familias de los grupos populares. Desde este ángulo no se debe pasar por alto que son y serán esos segmentos los que experimentarán agudamente las consecuencias de los mecanismos discriminatorios que influyen en la distribución social del capital educativo.
Con mucha razón Tuirán señala que la transición demográfica “…no se produce de manera homogénea entre los diversos grupos. De hecho, las desigualdades e insuficiencias de nuestro desarrollo se expresan en una transición demográfica hasta cierto punto “polarizada”, donde las entidades más desarrolladas y los segmentos sociales acomodados y prósperos ya han alcanzado las etapas más avanzadas de este proceso, mientras que se va retardando en las regiones y grupos sociales… que experimentan los mayores grados de marginación y pobreza” (Tuirán, 2002, pág. 33).
Visto de esta manera, el problema a encarar para el aprovechamiento de la demografía es sobre todo social, en tanto que los sectores populares, que mantendrán un peso estimable concentran los handicaps educativos. Es indudable que la cuestión seguirá siendo, pues, superar los handicaps de estos segmentos que al entrar el siglo (2002) representan 48,6% de la población con 22,2% en la indigencia, que se mantiene persistentemente alrededor del mismo porcentaje de la década de los noventa (Cepal, 2005, pág. 324).
De no hacerse, ocurrirá una reproducción de las dificultades para romper la dependencia que se observa en las generaciones actuales. Son estos grupos los que disponen de menor acceso a la educación inicial, cubren menos la educación básica y tienen cerrado el ingreso a la educación post-secundaria, viéndose condenados por lo tanto a la informalidad del empleo o a la desocupación. El intento por romper el pesado fardo de los años noventa. Las líneas de la política educativa de la transición.
¿Qué se está haciendo? ¿Hacia dónde apunta la política educativa en el escenario de cambios políticos, poblacionales y demográficos distintos a los de la sociedad de las cuatro décadas anteriores? Al valorar las direcciones de la política educativa de la actual gestión gubernamental, notamos un esfuerzo consistente por comenzar a controlar los obstáculos de los que hemos hablado. ¿Hasta dónde se ha avanzado? Diremos que el aumento casi inmediato de la inversión en educación al inicio de la gestión gubernamental y el empeño puesto en una política centrada en la universalidad de la oferta en el conjunto del sistema de enseñanza representan sin duda un viraje en la importancia atribuida a la educación en las políticas de desarrollo.
En el mapa de las variables que intervienen en el desempeño, los datos acumulados indican cuáles poseen fuerza para modificar factores que afectan el éxito escolar. Los estudios muestran que las intervenciones en estas variables han funcionado disminuyendo la determinación de las condiciones materiales de origen en el ingreso, aumentando la cobertura y frenando las causas del fracaso escolar. En esta dirección, la rápida alfabetización de grupos excluidos puede favorecer la contribución familiar al desempeño educativo al reducir las asimetrías en el capital educativo.        
La inversión experimenta un aumento significativo al pasar de 3% en promedio en la década de los noventa a 5% en los últimos cuatro años (4,7 % en el 2003) (datos aportados por la Oficina de Estadística del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2004).
Ello es en extremo importante pues no se debe pasar por alto que estudios comparados relativos a la determinación del impacto en el éxito de los escolarizados apuntan, en general, a que la contribución social, especialmente de la cultura familiar, comparada con la escuela, es de aproximadamente un 50 % de la varianza (Casassus, 2003). La prioridad otorgada a la educación inicial, sabiendo que ésta tiene un impacto sobre la promoción escolar en la educación básica, constituye otra variable. En la actualidad la administración gubernamental viene comprometiéndose consistentemente en una política de igualdad que tiene por eje la profundización de la educación integral para la educación infantil, básica y media, teniendo por norte el derecho a la protección integral de calidad, el cual, además de la atención asistencial (salud, nutrición, legal, recreativa y cultural), le concede ahora en el diseño una presencia mayor a la educación propiamente dicha y más experimentación en las formas de prestación.
Estructuralmente se espera de la educación inicial universal que pueda impactar el desempeño en las etapas posteriores minimizando la repetición, ofreciendo mecanismos que por lo demás ensanchen las oportunidades sociales de promoción no sólo en el punto de partida sino también en el de llegada de la población. En la educación básica se ha vuelto a un criterio universalista que comienza a dar frutos con la recuperación de la matrícula, que en los últimos cuatro años aumentó, como hemos dicho, en 486.774 niños, para llegar a 4.786.445 y apuntando a cerrar las brechas entre educados y no educados. Pero acompañado de concepciones para afrontar los problemas internos de calidad: la escuela de jornada completa, que introduce una posibilidad real de disminuir las distancias entre los peor y los mejor educados y, avanzando a una velocidad mayor que la planeada, ha extendido el tiempo curricular de la jornada de tres horas y media a seis.
Con ello, la modernización de la enseñanza media con los liceos bolivarianos y las escuelas técnicas robinsonianas que intenta innovar en un espectro de calificaciones y romper la selectiva distinción entre el bachillerato tradicional y la educación técnica. Otra dirección de suyo importante es la que está concebida para aumentar el promedio educativo de la población. Las misiones Sucre y Ribas, que pretenden la universalización de la cobertura de la educación media y superior, junto con las universidades bolivarianas que manejan nuevos conceptos de educación superior, rompen con la división disciplinaria e introducen la organización por proyectos articulados al aprendizaje bajo situaciones reales.
En este campo, debemos recordar la bondad de la experiencia del programa mexicano de la Educación Inicial no Escolarizada que toca factores que se dirigen a fortalecer la contribución educativa de la familia, particularmente los hábitos culturales y los ambientes de crianza en el hogar (Casanova, 2004). En las dos direcciones anteriores, la experiencia venezolana de la Misión Robinson, al aumentar la escolaridad del grupo familiar, universaliza la alfabetización y extiende la escolaridad que poseen a seis grados, contribuirá a mejorar la incidencia de estas variables. Comenzando un programa agresivo en 2003, fueron alfabetizadas en su primera etapa 1.908.000 personas (leer y escribir), quedando reducida la exclusión a un mínimo; la segunda fase implica la cobertura de los seis primeros grados (Otaiza, 2004).
Ya para 2005 la primera etapa estaba concluida. También experimenta un aumento de la matrícula de la educación preescolar convencional, aunque menor, que, siendo bajo, es casi similar al de la década de los noventa: de 103.155 en el período 1990/1991 a 81.210 entre 1999/2000 a 2002/2003 (datos de la Oficina de Estadística del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2004). De 599 que se planifican para el año inicial del proyecto (1999/2000) se pasa a 3.000 para diciembre del 2003 (datos aportados por la oficina de estadística del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2004).
Si los objetivos están claros, si hay una asignación financiera creciente y acuerdos gubernamentales para poner la educación en el corazón de las políticas de desarrollo, nuestros análisis sobre la dinámica educativa alertan sobre la herencia institucional que arrastra inercialmente la administración de los servicios educativos. Mucho más compleja la política, que intenta articularse transversalmente a los otros campos funcionales del Estado y a desplegarse con mecanismos de participación social,
las posibilidades de no repetir el impasse de los años sesenta guarda relación con superar el obsoleto diseño del aparato administrativo de la educación. Se hacen necesarios la reingeniería de la gestión y de los procesos del trabajo para definir prioridades y tomar decisiones oportunas, con tecnologías de información adecuadas a las complejidades de las tareas y enfoques de planificación estratégicos que tengan en cuenta la prospección, para que puedan alcanzarse las metas de cobertura, los desafíos pedagógicos que plantea la educación de grupos culturalmente complejos, la incorporación de un currículo para transmitir aprendizajes para el trabajo inteligente y la materialización de la participación social en los asuntos educativos.
La gerencia de la institución educativa es el proceso a través del cual el directivo le da direccionalidad al sistema que representa la escuela, al orientar y conducir la labor docente y administrativa de la misma y sus relaciones con el entorno, para lograr el proyecto educativo concertado, mediante el trabajo de todos los miembros de la comunidad educativa, a fin de ofrecer un servicio de calidad; y sobre la base de la coordinación de las distintas tareas y funciones de los miembros hacia la consecución de sus proyectos comunes.
Las funciones básicas del directivo son el manejo de relaciones interpersonales en la comunidad educativa y su entorno, para impulsar la participación de todos con el proyecto educativo a acometer; el manejo de información que le permite tener una visión de conjunto de la escuela, facilitándole el diagnóstico y la dirección de la gestión; y la toma de decisiones y autoridad para asignar personas y recursos a las labores y proyectos de la escuela. El perfil profesional de competencias del gerente educativo podría resumirse en: la capacidad para proporcionar dirección a la gestión de la escuela en un ambiente y cultura de trabajo en equipo orientado a la participación creativa y la innovación; habilidad para obtener y procesar información relevante para planificar y solucionar problemas; capacidad de negociación y generación de compromiso; liderazgo centrado en el modelaje; disposición a aprender; habilidad para formar y asesorar en los procesos docentes y administrativos, y capacidad de establecer vínculos de colaboración con la comunidad y su entorno, entre otras.
El rol del gerente educativo es gerenciar el sistema que representa la escuela. Para lo cual, basado en el manejo de la psicología y las teorías de sistema, de la variación y del conocimiento aplican de manera continua y participativa el ciclo PLANIFICAR-EJECUTAR-REVISAR-ACTUAR. Su aplicación es el proceso de dirección de la institución, a través del cual se planifica, organiza, dirige, controla y da seguimiento a la gestión escolar, optimizando la utilización de los recursos materiales, financieros, tecnológicos y humanos disponibles, con el objeto de convertir a la escuela en un centro de excelencia pedagógica, de acuerdo al proyecto educativo que orienta los procesos de enseñanza en el aula, los administrativos y el esfuerzo de innovación pedagógica.
El sistema gerencial a instaurar en la escuela para lograr su excelencia académica implica: 1) crear el deseo de la mejora de las prácticas pedagógicas y de la gestión de la escuela; 2) crear la creencia de que se puede hacer, a través de la promoción y liderazgo de proyectos sencillos; 3) proporcionar los medios conceptuales pedagógicos, materiales y tecnológicos para hacerlo; y 4) hacerlo, una vez creado el deseo, la creencia y la infraestructura de conocimientos y de herramientas.
El modelo de dirección de la escuela para lograr convertirla en un centro educativo de excelencia: 1) se alimenta de insumos, tales como: alumnos con competencias y conocimientos previos, docentes, plan de estudio y el ambiente institucional determinado por la cultura y el clima organizacional que posee; 2) produce como resultados: alumnos que logran aprendizajes significativos y pertinentes, una organización eficaz, eficiente y contextualizada, producto de la innovación, su ensayo y la adecuación de sus prácticas pedagógicas; y 3) contempla para transformar los insumos en los resultados antes descritos, los pasos o etapas siguientes: generación del compromiso con la transformación, diseño del proyecto a construir, liderazgo y participación en la transformación, evaluación continua del aprendizaje colectivo y potenciación del aprendizaje continuo.
El proceso de dirección de la escuela exige del directivo la capacidad para formar equipos de trabajo, el manejo de los procesos de delegación y la toma de decisiones en grupo y el de manejo de conflictos, a través de un enfoque de solución de problemas, para así poder contar con mayor tiempo para desarrollar labores de mayor valor agregado y un clima que favorezca la solución de los problemas de la gestión y la innovación pedagógica.
En el proceso de dirección de la escuela, el director debe utilizar un conjunto de herramientas de carácter cuantitativo y cualitativo que le permiten diagnosticar la realidad de la escuela y tomar decisiones sobre los planes y proyectos a acometer, para lograr desarrollar la institución de acuerdo al proyecto común de todos los actores de la comunidad educativa.
Cada gobierno está en potestad de diseñar las diferentes políticas que regirán el destino y actividades de su mandato; cuestión ésta que es objeto de críticas, por cuanto una política educativa, por ejemplo, que es el tema central en este espacio, no debería ser emanada de un gobierno transitorio como ha ocurrido por años, sino que debería ser el producto de un estudio, de un análisis, de una discusión socializada entre los entes interesados y los entes a quienes va dirigida su aplicación. Teniendo en cuenta  a los entes  a quienes va dirigida su aplicación con el objeto de tener en cuenta su aplicación para mejorar la calidad de vida del venezolano, estas políticas han estado basada en la extensión del sistema educativo, considerándose actualmente inadecuadas frente a la serie de cambios sociales y económicos que están ocurriendo en el país debido a que la extensión ha hecho énfasis en la cobertura escolar la cual no ha generado niveles de  calidad en los educando; aunado a ello estas políticas no han sido capases de promover la equidad económica y social que necesitan todos los involucrados que de alguna manera  son beneficiados.
Por otra parte esta situación ha demostrado ser muy superflua en cuanto no se cumplen las demandas laborales en los mercados de trabajo lo cual genera un impacto negativo en los sectores de bajos recursos ocasionado el poco acceso a determinadas carreras en las escuelas publicas donde los campos de trabajo son muy pocos. Las políticas educativas en nuestro país, han estado sujetas a los períodos constitucionales de gobierno; de allí, que, en la mayoría de los casos, no se quedan por largo tiempo, y si se quedan vigentes dejan de aplicarse.
A la luz de esta posición, Pedro y Puig (1999), las políticas educativas dependen de la autoridad de turno, por lo que, un cambio de régimen político puede cambiar el rumbo de la política social. Estos autores, conciben que una política educativa “es el resultado de la actividad de una autoridad pública, investida de poder y de legitimidad gubernamental, en el sector educativo”.
En ese sentido, López, (1998), completa esta concepción, opinando que “la acción de los órganos gubernamentales se apoyan en una combinación de principios, normas y objetivos que determinan los límites de la calidad y las realizaciones”, es decir, opina el autor, que una política educativa “es la consecuencia de cómo se asuma el hecho educativo, sus protagonistas y el proceso para lograr los cambios que requieren en un espacio y tiempo determinado”.
Desde esta óptica, las políticas educativas conforman los fines y propósitos, las líneas de acción estratégicas y las relaciones existentes entre los entes involucrados en el proceso educativo de un país, en función de otorgar a éstos los derechos y deberes que tienen como individuos inmersos en la educación.
En el mismo orden de ideas, Fuguet (1998), una política educativa “es un proyecto educativo con rango de política pública y debe contener como mínimo tres criterios sustanciales que son: pertinencia político-social, interrelación programática y relación de innovación”. En ello se evidencia la pertinencia político-social, porque debe estar adecuada al ámbito político y social donde estará inserta y cómo llegará a los beneficiarios, los proyectos que la conformen garantizarán la calidad de éstos con la vinculación a las comunidades y permanencia en el tiempo.
La integración de los proyectos, la ocupa la interrelación programática concretada a través de la autogestión y la participación. La innovación de la política, conforma lo referente a un currículo flexible que atienda y se adapte a las necesidades sentidas y a los intereses de los grupos involucrados; considerando para esto la evaluación de todo el proceso, una supervisión participativa y un docente guiador y con liderazgo.
En los momentos actuales se pasa en los países del mundo y por ende en Venezuela, una crisis educativa, que se ve reflejada en los sistemas escolares y en la calidad educativa. Así mismo, la falta de pertinencia en los programas, la deserción, la falta de matrícula, los problemas de acceso a los sistemas y las deficiencias en las estructuras físicas de las instituciones educativas, revelan tristemente el drama educativo, producto de la falta de control, consecución y seguimiento a las políticas educativas.
Según Guevara (1993, p. 161) un proyecto democrático es aquél que permite “una estrecha correlación entre la participación del ciudadano en los asuntos públicos y la premisa de que tal participación es condición necesaria para el pleno desarrollo de sus aptitudes humanas”. Es decir, en democracia el individuo, como ser racional, pensante y con discernimiento está en capacidad de elegir, escoger y lograr sus metas, atendiendo a sus ideales y patrones de valores.
En este contexto, el Estado Democrático o Liberal venezolano, se “apoya en preceptos políticos de libertad, pluralidad y humanismo; envueltos en la tolerancia y convivencia positiva que genera la sociedad liberal capitalista”. (Albornoz, 1986 p. 97). De allí, que el proceso democrático en Venezuela, se inicia con una democracia representativa, pasando posteriormente a una participativa, en la búsqueda de un ciudadano capaz de evaluar la actuación de los gobernantes, lo que exige entonces, un individuo en constante formación y educación.
Desde esta perspectiva democrática, la política educativa venezolana, se ubica en una cobertura a nivel de todos los sectores y estratos sociales, en función del desarrollo, modernización, ascenso social, nuevos patrones de valores y mejor calidad educativa; para así, crear condiciones de competencia con otras sociedades modernas. El Estado Democrático se define como una institución que controla el orden social, que dirige esfuerzos para beneficiar a las comunidades, creando un bloque económico que permita percibir lucros y lograr un mejor nivel de vida en los ciudadanos.
A partir de 1958, la democracia participativa internaliza en la sociedad venezolana, que la fuente de progreso social y económico radica en el sistema educativo, para una sociedad moderna con agentes de cambio y de transformación, constituidos por grupos sociales y sectores medio profesionales. Según Bravo (1994), la educación venezolana en este período democrático es un medio eficiente de control social, pues relaciona el lucro y el ascenso social con el sistema educativo; además, comenta que “los documentos oficiales asociados a la cuestión educativa, conciben a la escuela como mecanismo de ascenso social y como forma de redención social; más educación escolar significa más y mejores posibilidades de realización personal”. (p. 8).
Sin embargo, se debe mencionar que los aspectos teóricos de estos planteamientos educativos estaban estructurados en el carácter rentista de la economía venezolana, lo que originó la distorsión y deformación de la puesta en práctica de lo que se predicó; convirtiendo la educación en un instrumento incapaz de calificar el cambio desde el paradigma proteccionista hacia el paradigma competitivo, ni para el cambio de la ética clientelar a la ética solidaria; estos cambios se habían  propuesto  en el pacto de punto fijo donde se hace mención a una educación popular desde la educación primaria hasta la universidad adaptadas al desarrollo económico y cultural del país pretendiendo con ello erradicar el analfabetismo del país todo ello estaría  propuesto  de acuerdo  a los aportes realizados en la renta petrolera, pues estableció el populismo y el clientelismo político, económico, social y educativo para lograr la cohesión de grupos, generando en el ámbito educativo una burocracia ineficaz e improductiva y una masificación sin calidad, legitimando un sistema educativo que conllevaba una democracia limitada en lo político, con deformación de lo ético, inequitativa en lo social y reduccionismo en las capacidades ciudadanas del venezolano en general.
Para darnos una idea más amplia, en relación a las políticas educativas desde 1958 hasta el 2001, se procede a reseñarlas de una manera resumida, pero precisa en su información.

REFORMA CURRICULAR DE 1969:

Primer gobierno del Dr. Rafael Caldera.

Esta reforma responde a un proceso político que se venia pregonando como “el cambio”; el cual debía reflejarse en hechos, donde se pretendía equilibrar el sistema en relación con las  sociedades industrializadas este periodo se inicia luego de la caída  de la dictadura.
El centro de esta política educativa se ubica en la democratización de la educación, con la intención de legitimar el régimen de la democracia representativa y la modernización del modelo de inserción de Venezuela en el esquema capitalista a través del modelo de crecimiento hacia adentro. Para ello, según Bravo (1999, p. 32) y Rodríguez (1996, p. 237), se fijan estrategias de desarrollo educativo, implícitas en el Pacto de Punto Fijo, entre las cuales se encuentran:

* Impulsar la educación desde preescolar hasta la universidad.
* Adaptar el sistema educativo al desarrollo económico y cultural.
* Erradicar el analfabetismo.
* Intervención del estado en la educación, sin detrimento de la libertad de enseñanza, así como la protección y formación del magisterio.

Estrategias estas que, pedagógicamente pudieran sustentarse en:

1) Una concepción del hombre como un ente generador de servicios, sujeto de las transformaciones sociales, con personalidad creciente.
2) Una sociedad democrática y participativa, en donde el hombre tenga condiciones y oportunidades necesarias para su liberación y personalización, creciente, en función de que pueda concretar sus aspiraciones.
3) Un planteamiento de los fines de la educación: afianzamiento de las instituciones sociales, generación de cambios en el sistema social, incremento en el nivel de vida de los marginados, formación de hombres conscientes de la problemática que genera el desarrollo y la procura de la paz social como un bien común por excelencia.

Así mismo esta reforma expresa:

1) En relación a la producción del conocimiento: que se aplica el método del conocimiento científico, teniendo como base la utilización de técnicas, métodos e instrumentos con la naturaleza de los tipos de aprendizaje, cuyo criterio de validez venga dado por la verificación de la realidad a través de la investigación educativa.
2) En cuanto a la relación sujeto-objeto: ésta es de supremacía del objeto sobre el sujeto, es decir, el educando sobre el educador, acción centrada en el aprendizaje del alumno.
3) Relaciones interdisciplinarias, constitución de jurados pluripersonales para la evaluación de los alumnos, conformación de consejos docentes en las escuelas.
4) El método plantea la investigación educacional para dar validez a las decisiones que tomen las organizaciones y funcionamiento del sistema educativo.
5) Los contenidos de la enseñanza, debían actualizarse e incluir asignaturas relacionadas con la exploración personal. La evaluación sería continua y acumulativa, con aplicación científica, incluyendo juicios de valor pertinentes.
6) La Reforma de 1969, se fundamenta sociológicamente en el Ordinal 10, Artículo 190 de la Constitución de Venezuela de 1961, la Ley Orgánica de Educación de 1955; con un planteamiento basado en la participación social concretada, participación en la escuela, estimulando el aprendizaje cooperativo con la iniciativa del alumno(a) y ajuste social.
7) Establece que los valores de socialización se fundamenten en la paz social, el bien común, el desarrollo autónomo del individuo, la educación en la libertad y para la libertad y la sustitución de valores agrarios por los urbanos-industriales, propios del modelo productivo capitalista, sugiriendo la aplicación de un modelo pedagógico “Escuela Nueva” en su tendencia reformista y anti autoritaria.
8) En el caso de la educación superior, la política de democratización era limitante en la práctica, ya que el acceso a ésta se ve condicionado por una estructura social que coloca en manos de pocos los beneficios del crecimiento y por el sistema de selección, ingreso y estrategias de financiamiento a éste nivel educativo.
En términos generales la Política de Reforma Curricular de 1969, en su normalización regula el sector educativo, consagra el derecho de los venezolanos a recibir una educación de acuerdo a sus aptitudes, aspiraciones, vocación, en función del interés nacional, sin discriminación; para ello el Estado crearía y sostendría las instituciones y sus servicios, para hacer realidad este derecho, bajo el criterio de igualdad de oportunidades (C.R.V:, 1961, Art. 78; Ley Orgánica de Educación ., 1980, Art. 6).
Según Bravo (2000, p. 52), la intención de esta política fue el “fortalecimiento de una educación pública, gratuita y laica, poniendo acento en las necesidades de expansión matricular y financiera, que reclaman tanto el crecimiento demográfico y las expectativas del pueblo”. Al cual no se le creo conciencia sobre la necesidad de dirigir los esfuerzos hacia l sustitución del modelo económico distributivo por un modelo económico productivo, donde estén enmarcados valores como productividad, competitividad, capacitación,  debían inculcarse desde el mismo sistema educativo; está falta de capacitación genero que en Venezuela  se comportarse como un país industrializado sin tener el aparato productivo correspondiente. Es así como este uso indebido de la educación como instrumento para legalizar el estado democrático contribuyo a crear una desviación en cuanto a la relación de la educación para la productividad.
Así mismo, Luque (1999, p. 269), afirma que lo que dice Bravo, significa que la intención del ejercicio del Estado Docente al representar “los intereses generales de la nación no deben renunciar a esa función”. Por lo que se aspira que el docente deba estar preparado para los cambios que necesité  el país de esta forma ayudar a fin de fortalecer las políticas propuestas por el mismo gobierno.

REFORMA CURRICULAR DE 1980.

Gobierno del Dr. Luís Herrera Campins.

Se inicia en una década en el que Venezuela es encaminada hacia una sociedad consumista e improductiva. El estado utilizaba los ingresos de la renta petrolera en  inversión en el sistema educativo como medio de legitimación del orden democrático “esta tendencia  inicial a la búsqueda fue argumentada bajo la proclama de “regreso a la sensatez “(p. 49) De esta forma el gobierno  aplicara una serie de medidas económicas las cuales hace mención Giordani, (1986 p. 53).” desarrollo y promoción del hombre, la democracia participativa y la educación, la renovación del estado, la planificación y la regionalización del desarrollo ,y el territorio y su ordenación” de esta forma se hace promoción a la reforma  curricular de de 1980 donde Se promulga esta reforma por la vía de la Ley y la establece en la Ley Orgánica de Educación de 1980 y la fundamenta en la Constitución de la República de Venezuela de 1961. Esta Ley, impone un proyecto educativo con base a un nuevo modelo pedagógico y a una nueva estructura para el Sistema Educativo venezolano. Orientado bajo las siguientes políticas educativas; el Estado Docente, la protección integral del alumno(a) y la promoción de la vinculación, educación-sector productivo.
En este período democrático, la L.O.E. de 1980, su Reglamento y las enmiendas 1y2, fijan una concepción filosófica y epistemológica de índole empirista, en función de la “escuela nueva” con tendencia reformista y anti autoritaria.
Puesta en marcha, la nueva estructuración del sistema Educativo en Venezuela, se inicia su desarrollo y modernización con ese modelo de escuela¸ dando paso a la necesidad de un cambio en la educación, sustentada en la investigación educativa, aplicando la experimentación pedagógica, pero incluyendo en esta Ley elementos con tendencia socio-política de la educación expresados en la concepción de la participación social del venezolano y la influencia de ésta en la transformación social.

REFORMA CURRICULAR DE 1984.

Durante En Gobierno De Jaime Lusinchi, se genero una situación  producto del deterioro que sufrieron los precios del petróleo y el endeudamiento que se genero por este desequilibrio; por ello a nivel de educación se presento el “plan estratégico n: 10 aseso a la educación y a la cultura (CORDIPLAN, 1986. p. 95.) Es así como se propone mejorar el “servicio educativo extendiendo el desarrollo de la educación gratuita y obligatoria de seis a nueve años a través de la promulgación  de la ley orgánica de educación de de 1980” (p. 97),  sin embargo se evidencia la deserción escolar  y el analfabetismo  por depender esta de los ingresos de la renta petrolera que aun no estaba solida.
Este gobierno busca reacomodar las nuevas verdades se la crisis por la cual atravesaba el país pero que a pesar de ello  se incrementa la cobertura escolar  en aumento de la matricula,  la cual no se había notado en los gobiernos anteriores, además de el aumento de la matricula de educación especial. Pero todo ello se debió quizás a la crisis económica que venia sufriendo todos los sectores sobre todos los de la clase media. Por ello un grupo de pensadores  proponían  diseñar una enseñanza no para todos si no para las élites donde esta una clasificación seria para los diferentes extractos sociales, pretendiendo crear un circuito de excelencia que se generara por los niveles de competición de los educadores,”esta incorporación al mercado de trabajo estará determinada por mecanismos meritorios” (p. 131).
Es por ello que se nombra una comisión para el estudio de esta propuesta. A la ves otro grupo de  educadores proponen un proyecto que se encargara del desarrollo de la educación popular en este sentido proponían la creación de redes escolares  donde los docentes pudiesen crear estrategias que le permitiesen mejorar la calidad de los educandos  de su sitio de trabajo además de fomentar una calidad participativa de con ayuda de las organizaciones civiles que hacen vida política en el país.
De esta forma lograr mejorar la calidad de vida de todos los involucrados en el proceso enseñanza aprendizaje, en general todas estas acciones  llevaron a que en el país se profundizara más  en la lucha de las desigualdades  abriendo camino hacia la educación basado en principios como solidaridad y valores  que son importantes para la universalización de la educación en todos los niveles.

POLÍTICA EDUCATIVA DURANTE EL SEGUNDO GOBIERNO DE CARLOS ANDRES PEREZ (1989-1994).

Lo más relevante en este gobierno fue lo sucedido el 27 de febrero de 1989, conocido como el caracazo y los golpes de estado del 4 de febrero y del 27 de noviembre de 1992 luego de estos acontecimientos se realizan unos cambios poniendo como presidente del congreso Octavio Lepage y luego lo releva el historiador Ramón J. Velázquez. 
          Este  pasa por una serie de dificultades  económicas  que  se enmarcaban  dentro de la grave crisis que atravesaba el país se ampara dentro de las líneas estratégicas   pero a pesar de todo formula  una propuesta de desarrollo contenida  en los documentos del IX plan de la nación( 1995) , donde se formulan una serie de propuesta para  transformar  el país que queremos donde a nivel de educación se planteaba: la transformación de la educación y el conocimiento así como cambio en todos los niveles  de formación y capacitación  procurando a atacar a  las políticas educativas que antecedieron gobierno, al mismo tiempo propone modernizar la  educación para que así haya mas participación dentro de los programas sociales de gobierno.

REFORMA CURRICULAR DURANTE LA SEGUNDA ADMINISTRACIÓN DEL DOCTOR RAFAEL CALDERA (1994-1999).

Durante este periodo se abordaron temas de vital interés como lo es el Currículo Básico Nacional. Gobierno  y la  reforma curricular, filosófica y epistemológicamente, concibe al hombre como a un ser autónomo, individual y capaz de desarrollarse; a la sociedad, la considera como el grupo de personas ejecutoras del proceso de transformación social y cuyos fines se expresan en:

·         La formación integral del educando: formar un individuo para la vida, para ejercer la democracia, que participe activa, consciente y solidariamente en los procesos de transformación social; que sea capaz de desarrollar sus capacidades científicas, técnicas, humanistas y artísticas; así mismo, sus capacidades de ser, conocer, hacer y convivir.
·         A nivel del proceso de generación de conocimientos, la reforma establece que el conocimiento se genera del resultado de un trabajo en equipo con base en la corresponsabilidad y el consenso, en la búsqueda de un compromiso colectivo. Según el método científico a aplicar, el conocimiento es un proceso sistemático orientado a la construcción de una planificación que permita acciones cercanas a la realidad, para ello se sugieren los Proyectos Pedagógicos del Plantel y los de Aula (P.P.P. y P.P:A), respectivamente, con un criterio de validez constituido por la participación activa de los actores sociales que intervienen en el proceso de construcción del conocimiento, estableciendo una relación bidireccional sujeto-objeto, donde uno da sentido al otro: El Estado a la Educación, la escuela a la comunidad, el educador al educando; poniéndose de manifiesto relaciones interdisciplinarias en función de generar y aplicar el conocimiento; implicando así la coexistencia de opiniones diferentes a favor de la formación de los alumnos(as) y de un conocimiento que supere la especificidad y la promoción holística. De manera que mejore la calidad de vida del educando  por el establecimiento de políticas que ayuden al mejoramiento de la calidad de la educación  a través de la práctica pedagógica.
·         En relación al modelo pedagógico, esta reforma concibe una educación como proceso de investigación y de enseñanza aprendizaje orientada al desarrollo total del individuo en su contexto sociocultural; generando así un educando que posee un ritmo individual de crecimiento influenciado por su ámbito sociocultural, debido a diferencia y diversidad de los alumnos (as). El educador, entonces, se concibe como el interventor social, protagonista y actor principal de la realidad educativa.

Desde esta línea de pensamiento, el educando y el educador, se interrelacionan, conviven en un espacio para la construcción de un sistema educativo que permita la vinculación estrecha entre la escuela, la comunidad y los actores directos del proceso, en función de implementar un método participativo de reflexión y análisis.
Por otro lado, los objetivos de esta reforma se representan en las intencionalidades de la planificación; los contenidos deben ser adecuados a las necesidades regionales y locales, haciendo uso de los ejes transversales, fundamentos de la práctica pedagógica al integrar y permear los campos del ser, el saber, el hacer y el convivir a través de los conceptos, procedimientos, valores y actitudes (C.B.N.,1996), que se encuentran en la Lengua, desarrollo del pensamiento, los valores, el trabajo y el ambiente.
En relación a la evaluación, se expresa que debe ser una actividad continua valorativa del proceso enseñanza-aprendizaje que conlleve a un proceso sistemático de reflexión sobre los elementos que interactúan en el proceso educativo.
La Reforma de 1996, tiene una fundamentación sociopolítica con ase en la Constitución Nacional de 1961, en la Ley Orgánica de Educación de 1980 y el Informe de la UNESCO sobre la educación para el siglo XXI; estableciendo una concepción de participación social completa del individuo en la transformación social. También se expresa en esta reforma, que se incorporen valores de participación activa y solidaria en la sociedad como la libertad, la igualdad y la justicia social, la valorización del trabajo individual, social y trascendental; así mismo, de conservación del ambiente, la salud, la paz entre los pueblos.
Las políticas educativas se expresan en la adecuación de los procesos de enseñanza hacia la realidad social y persona, el fortalecimiento de la gestión autónoma, adecuación del currículo a las necesidades locales, regionales y nacionales, vinculación de la escuela-comunidad y la dignificación del docente.
A la luz, de lo antes expuesto, la Reforma Curricular de 1996, tiene concepción empirista reforzada con la introspectiva vivencial, haciendo uso de un modelo pedagógico de la Escuela Nueva con tendencias anti autoritaria y de análisis sociopolítico, coincidiendo en estos aspectos con lo planteado en la Reforma de 1969.

PROYECTO EDUCATIVO NACIONAL DE 2001 (PEN).

Este proyecto, promovido por el gobierno de Chávez, conforma un componente filosófico y epistemológico, a través de la concepción de una sociedad humanista, centrada en la libertad, igualdad y justicia social, en función de construir un país soberano con el desarrollo de la capacidad creadora de sus habitantes. Así mismo, infiere una concepción de un hombre creativo, con capacidad de desarrollo, y que se concrete con los fines siguientes: la siembra de una nueva ciudadanía, atención a las exigencias de la construcción de una nueva República, la estimulación y valoración de la cultura, la formación en, por y para el trabajo, la formación en valores, que rechacen consciente y responsablemente la intolerancia, la opresión y la discriminación de género.
Desde este punto de vista, el sustento de este documento se ubica en el enfoque socio histórico o introspectivo-vivencial, pues plantea un hombre para el desarrollo, que pueda interactuar con otros y discutir los problemas sociales, que participe activamente en la transformación social; para ello, la educación debe prepararlo como un individuo crítico y reflexivo; entendiendo la educación para estos efectos, como un proceso esencial a través del cual se transmite ideología al pueblo y se le facilita al individuo la oportunidad de ejercer la participación social.
En relación a su componente epistemológico este proyecto educativo conceptúa la ciencia como el acto de comprender y transformar; y el conocimiento como el resultado de la integración de los actores sociales, caracterizado por ser reflexivo, autónomo, colectivo y transformador en la práctica.
Como método, recomienda el etnográfico y el criterio para evaluar su validez es a través de la consulta a todos los participantes en el proceso, estableciendo una relación bidireccional sujeto-objeto, es decir, igualdad entre los elementos que influyen en la educación y en las relaciones disciplinarias, buscando el logro de la transdisciplinariedad, transversalidad y globalización de los aprendizajes.
El proyecto revela el modelo pedagógico de la Escuela Nueva, con tendencia de análisis socio político, y eso se corrobora en los siguientes aspectos; concepción de una educación como proceso permanente que traspase las paredes de la escuela y que integre a ésta con la comunidad donde esté inserta. Así mismo, en la implementación del modelo educativo revolucionario que responda a los requerimientos de una nueva República y de la producción material en una perspectiva humanística y cooperativa.
En el PEN, el educador se considera como un docente que refleja una sólida formación pedagógica, facilitadora, mediadora e investigadora de procesos, es un promotor social comunitario y respetuoso de las necesidades del alumno (a), que le facilite la incorporación y desenvolvimiento en cualquier medio: rural, urbano, extraurbano, especial, indígena y fronterizo. La escuela, entonces, se concibe como un centro de producción de recursos para el aprendizaje superando la simple tecnología educativa, cualificando así al proceso enseñanza-aprendizaje hacia la vinculación con la vida, al trabajo, al juego, a la lengua y a la naturaleza; es decir, establecer la relación estrecha escuela-comunidad, haciendo uso para ello de métodos etnográficos, lúdicos y prácticos, tales como: cooperativas, jornadas de trabajo, microempresas, trabajos de campo, artesanales y en fábricas.
La rutina escolar en este proyecto, debe conformar contenidos que respondan a los intereses y necesidades cognitivas socioculturales, afectivas y físicas de los alumnos(as), deben incluirse contenidos de estudio de política, de la Constitución Bolivariana, Ecología, reconocimiento de la identidad local, regional y nacional, la promoción de la salud y el desarrollo local sustentable.
En términos generales, el PNE, 2001, es considerado como el eje central o conjunto de líneas maestras que responden a las políticas del Estado venezolano, con sustento en los valores de participación y el intercambio bidireccional entre las personas y el trabajo; fundamentado así en la Constitución Bolivariana de Venezuela de 1999 y el Informe Delors de la UNESCO.
Los objetivos a desarrollar en este proyecto, infieren que las políticas educativas son: una nueva cultura política de acercamiento del gobierno a la gente, luchar contra la exclusión, enfrentar la manipulación propagandística, articular la acción cultural con los programas educativos, promoción del deporte, construcción de espacios permanentes para la creación estética, cualificación del Estado Docente, desarrollo de una gerencia democrática y la conformación de una Asamblea Nacional de Educación.
Analizando la trayectoria de la democracia, en relación a la evolución de las políticas educativas y considerando otros estudios anteriores, se puede concluir que, la estructura jurídica y normativa del Sistema Educativo venezolano, ha evolucionado desde su concepción filosófica y epistemológica racionalista con tendencia idealista, como se evidencia en el Decreto de 1870 de Guzmán Blanco, a una concepción empirista como se perfila en el Programa del General Eleazar López Contreras de 1936, que promovía un modelo pedagógico de Escuela Nueva con tendencia reformista.
Luego, años después, el Dr. Caldera, en su primer gobierno, promueve la Reforma Educativa, bajo la modalidad de Escuela nueva con tendencia reformista y anti autoritaria. Posteriormente, el mismo Dr. Caldera, en su segundo período gubernamental, postula otra Reforma Educativa bajo el Currículo Básico Nacional (1996), pero con variación del pensamiento, con tendencia al análisis socio político de la Escuela Nueva.
Para finales de 1998, las elecciones presidenciales dan por ganador a Hugo Chávez, quien inicia su gobierno a principios de 1999, con la propuesta de la nueva Constitución Bolivariana, la cual se cristaliza en el mismo año. Dos años después, Chávez, presenta el Proyecto Nacional (PEN), sustentado en un pensamiento filosófico introspectivo-vivencial, orientando un modelo pedagógico con tendencia al análisis socio político de la Escuela Nueva, sustentada en políticas educativas que generen un modelo sociopolítico revolucionario con la intención de consolidar el pensamiento filosófico. De allí  que este nuevo ciudadano pueda ser participe de desarrollo de la democracia participativa y aprovechar   los beneficios que a el como ciudadano  le corresponden por esta razón es necesario que el como ciudadano de este país se incorpore a la prosecución de estudios que le harán alcanzar el estatus social y económico que el se merece.
Es de hacer notar que todos necesitamos tener una visión de vida  un proyecto  educativo revolucionario basado en el  en el modelo “aprender a aprender” (UNESCO, 1996 p. 278).  Que busca la mejora de del individualismo por medio de la educación  y el conocimiento  y el desarrollo de las potencialidades con miras a hacer este ser participe  de la vida en el colectivo y con oportunidades para desenvolverse en el sector publico es por ello que se propone que el perfil del nuevo docente  debe estar basado en ciertas características como lo son:
“posea experticia, valores y actitudes comprometidos con un proyecto de vida, que incluya proyecto de país y sociedad, con conciencia critica autónomo, investigador creativo, solidario, participativo, consustanciado con la realidad socioeconómica, política cultural de los diversos contextos local regional, nacional, continental y mundial.
El perfil profesional de este docente debe reflejar una solida formación pedagógica orientadora, facilitadora , mediadora, e investigadora de procesos, un promotor social comunitario ,respetuoso de las necesidades de los alumnos que le permita la incorporación y desenvolvimiento  en cualquier medio rural urbano y extraurbano, especial indígena y fronterizo”.(MECD, 2001.p. 279).Para  que esta docente  ejerza estas funciones es necesario que el ministerio de educación   mejore las plantas físicas de todas las escuelas y universidades así como implementando una política que permita dotar   de materiales didácticos y  ,equipos audiovisuales  así como canchas, comedores, etc. Así como una atención permanente en talleres  de estrategias que ayuden a mejorar el docente en ejercicio y una supervisión a los programas emanados por el ministerio por parte de personal calificado y  con titularidad para tal ejercicio por que de lo contrario estaríamos cayendo en clientelismo político lo que trae como consecuencia malestar en la masa trabajadora que si tiene méritos para ejercer tal función.
Esta  sugerencia de constante y  permanente asesoría para el docente va acompañada de una remuneración económica que enaltezca a los educadores en general y no a un grupo solamente  por ello este proyecto debe sustentarse sobre bases solidas perennes que legitimasen la existencia a través compromiso y aceptación de los roles a asumir por cada uno de los venezolanos.
La educación  debe ser una de estas bases, pues es a través de ella que se trasmiten los valores de la sociedad  formándose así un recurso humano capaz de elevar la condición económica del país.  En Venezuela la democratización de la educación ha tenido conquistas importantes sobre todo a nivel educativo se ha hecho necesario que esta camine junto a la parte económica de manera que puedan resolver los retos que se plantean, dé allí que se hace necesario  vincular el sistema educativo al aparato productivo porque si ello no se podría concebir un desarrollo global desprendido  del desarrollo tecnológico esto hace que en la actualidad se pierda en gran medida las ventajas competitivas al producir recursos humanos que son costosos además improductivos  porque simplemente los campos de trabajo ya se cuenta con los recursos que necesita el país, por ello se hace necesario que se   les de prioridad a otras carrera, es decir oportunidades de estudios para  que se obtenga otros profesionales en otras ramas y no solamente en educación; igualmente se hace necesario que el patrón ve valores   de los venezolanos sea elevado para que  para que  así el mismo aprenda a darle mas valor al proceso productivo  y por consiguiente se eleve el nivel económico y social que tanto necesita nuestro país.
A lo antes expuesto  se le debe agregar que   a partir del 2001 esta en discusión El Proyecto De Ley Orgánica De Educación (PLOE). En la cual se pretende modificar e implementar una serie de artículos como lo son:
La Supervisión Educativa que es bien necesaria pera que así se precise la  situación verdadera de todos los entes educativos además de hacer visitas de acompañamiento la los docentes y de esta forma se puedan detectar las fallas que existen con respecto a la parte académica en las instituciones.
“ La vinculación de la educación técnica con la generación de empleo y el conjunto de acciones educativas desarrolladas en el sistema  formal escolar, como la formación para el trabajo impartida en la educación básica, la formación profesional impartida en las escuelas técnicas y carreras cortas de educación superior.”(art # 57, p. 285) esta ley esta vinculada a la formación de profesionales  necesarios para la productividad lo cual es importante para  generar empleo a la sociedad de manera que se puedan integrar al campo laboral de manera que se invierte menos y se obtiene en poco tiempo el recurso humano que se necesita.
Otro  articulo en discusión es la “El Establecimiento Del Turno (Mañana Y Tarde) Para Educación Básica lo cual exige desayuno y almuerzo escolar” (p. 285). Este artículo es necesario  e importante; ya que  así se beneficiara a todos aquellos  que no tienen recursos  necesarios para atender las necesidades básicas de la alimentación  además de asegurar  la salud y la permanencia en el sistema escolar. Es así como hoy día aun no se ha aprobado una serie de artículos que para  algunos sectores  que hacen vida política lo consideran  como perjudiciales para el país.
Otro aspecto importante de abordar es la implementación de Escuelas Bolivarianas que aunque todavía esta en prueba parece ser beneficioso para la sociedad porque la visión es de educación integral  que estimulan la participación educativa de todos los entes involucrados en la creación y ejecución de proyectos educativos para el beneficio de la masa estudiantil pretendiendo  abordar  la participación de la comunidad en su desarrollo tal como lo expone MECD, (1999, Resolución N.179. p. 294) donde expresa las escuelas bolivarianas funcionaran”…turnos completos, mañana y tarde, cuyos proyectos estarán previamente abiertos a la integración  del entorno social y al concurso de la comunidad en el proceso educativo, mediante la participación en los programas que se realicen realzando en todo momento los valores y experiencias que fortalezcan la identidad nacional”.
De  lo antes expuesto  se deriva que en la escuela es fundamental preparar al hombre para el trabajo, para la ciencia  de manera que se pueda desempeñar en el contexto social. Y también que la  garantizar el echo de que los estudiantes alcancen objetivos y aprendan a resolver problemas que se les presentan en su trabajo y en la vida cotidiana.
Durante los planes de la nación VI, VII y VIII  se puede evidenciar  que la matricula estudiantil  fue aumentando progresivamente tal como se presenta en la siguiente tabla,  lo cual fue un aspecto positivo.


Movimiento Matricular 1979 -1983
AÑO
MATRICULA
VARIACIÓN ANUAL
VARIACIÓN INTERANUAL
1979
4.173.380
100,00
1980
4.302.972
103,11
103,11
1981
4.492.076
107,64
104,39
1982
4.656.254
111,57
103,65
1983
4.855.531
116,35
104,28

           
Como se observa en los datos, se evidencia un crecimiento interanual sostenido entre 3 % y 4 %, lo que genera al final del período un aumento de la matricula en 16,35%. De donde se hace notable la pendiente positiva, es decir  ascendente  de esta variable, lo que implica un aumento en la cobertura, con proyección al crecimiento. Dentro de las políticas educativas implementadas por dicho gobierno estaban: la optimización de la calidad de la educación, ofrecida en la población en edad escolar mediante la implementación del proyecto de escuela básica, a partir de ese momento comenzaron a  elaborarse documento y leyes que hoy en día regulan el sistema educativo venezolano. De allí que las mencionadas políticas educativas implementadas en el VI plan de la nación afectaron  de manera positiva a la matricula estudiantil.

   
VII PLAN DE LA NACIÓN JAIME LUSINCHI (1984-1988)

Movimiento Matricular
AÑO
MATRICULA
VAR ANUAL
INTERANUAL
1984
4.914.953
100,00
1985
5.103.795
103,84
103,84
1986
5.411.720
110,11
106,03
1987
5.873.727
119,51
108,54
1988
5.970.162
121,47
101,64

          En el  análisis de este cuadro se presenta un crecimiento anual que se dispara en los años 1986 y 87 en 7 y 9%, respectivamente, con respecto al inicio del período, para luego detenerse en un 2% al final del período. Este crecimiento expresado se observa que existe una tendencia a la estabilización, es decir, comienza a detenerse el crecimiento matricular en el país, como producto de los cambio en la planificación.


VIII PLAN DE LA NACIÓN CARLOS ANDRES PEREZ (1989-1993)

Movimiento Matricular
AÑO
MATRICULA
VAR ANUAL
INTERANUAL
1989
6.109.046
100,00
1990
6.137.846
100,47
100,47
1991
6.330.326
103,62
103,14
1992
6.547.986
107,19
103,44
1993
6.706.926
109,79
102,43

          En el cuadro se observa que la matricula al comienzo del período conserva su estancamiento, pues sólo crece marginalmente en un 0,47%, para luego retomar su ritmo de crecimiento entre 2 y 3% para lograr durante el período un crecimiento de 9,79%, con respecto al inicio. Gráficamente queda expresado así:
          De los datos señalados, se observa que la matricula al comienzo del período conserva su estancamiento, pues sólo crece marginalmente en un 0,47%, para luego retomar su ritmo de crecimiento entre 2 y 3% para lograr durante el período un crecimiento de 9,79%, con respecto al inicio. Cabe resaltar que durante el periodo del plan de la nación la educación descuida su función formativa y enfatiza la función normativa en áreas como el desarrollo de la personalidad, la formación de hábitos de estudio y la identidad cultural y nacional.
          El incremento sustancial de la matricula estudiantil, no se correspondió con la asignación de recursos y dotación para el funcionamiento y ocasionando la incorporación de numerosos docente que carecían de formación necesaria para acceder al sistema educativo.

  
IX PLAN DE LA NACIÓN CORRESPONDIENTE AL GOBIERNO DE RAFAEL CALDERA (1993-1998)

Matricula nacional
AÑO
MATRICULA
VAR ANUAL
INTERANUAL
1993
6.706.926
100,00
1994
6.621.168
98,72
98,72
1995
6.613.553
98,61
99,88
1996
6.855.137
102,21
103,65
1997
6.794.091
101,30
99,11
1998
7.008.692
104,50
103,16

          Durante este periodo no ocurrió un crecimiento matricular de la misma manera como en los planes  de la nación anteriormente descritos, se evidencia un descenso de la matrícula, año 1994 como producto de la crisis financiera de ese año, que impactó seriamente la economía nacional, originando un -1,28% y -1,39% en esos años. Así mismo para el año 1997 descendió la matricula en 0,89% con respecto al año anterior, se evidencia aquí a la falta de planificación en el sector educativo, la deficiente y extemporánea asignación de recursos y deficiente formación del personal docente. Posteriormente, se inicia un movimiento de fluctuación, como resultado de la implantación del Plan de acción en el 95 y el Diseño curricular para la Primera y Segunda Etapa de educación Básica en el año 1997.

 En el caso la matricula estudiantil del Estado Lara tenemos:
Año Escolar
Matricula
Variación  Anual
Variación  Interanual
1992-1993
291384
100
1993-1994/


De todos estos planes e intentos de reformar la educación nacional para mejorarla tan solo nos queda una educación cada día mas empobrecida en todos los aspectos, con el fantasma de la ignorancia rondando las aulas, la desidia, los malìsimos sueldos, la falta de atención a los planteles, la nula aportación del Estado en la capacitación, actualización y modernización no solo del docente sino de las instituciones, del sistema y del propio Ministerio que es una tumba, es decir, hermosa escultura por fuera pero llena de huesos y gusanos por dentro.
Y pare usted de contar.



Lic./Psic. J. A. Gòmez Gimènez.